
En realidad hay dos discos en uno: por una parte están siete temas antiguos. Siete maravillas entre las que se encuentra alguna de las mejores canciones de los últimos años, como 'random' (aquí en una versión algo más floja), 'hoodie', '9 to 5' o 'tango'. Curiosamente falta uno de sus clásicos, 'Chi ching'. Del resto del disco, de lo que realmente ha grabado para el disco, solo se salva -y siendo piadoso- el single 'love me or hate me', aunque lo del sonidito del tetris está más gastado que mis zapatillas. El resto es, simplemente, flojo.

Pero la suma de factores no crea necesariamente una obra maestra. Hay momentos hermosísimos, y la voz probablemente sea superior a la de su debut, The Milk-Eyed Mender. En aquel disco Newsom narraba pequeñas historias íntimas. Algo ha fallado al tratar de crear largos temas épicos. La magia se va diluyendo en desarrollos que nunca llegan a ningún lugar concreto y ante unos arreglos bonitos pero que adornan más que visten. A ver si alguien cuelga en Internet los temas tal como salieron del estudio de Albini: solo voz y harpa.
Epílogo
Lo bueno, en este último caso, es que quien quiera escuchar un disco que parte del folk para navegar con libertad entre lo dulce y lo salvaje puede hacerse con el fantástico Meek Warrior, de Akron/Family. Lo malo es que quien quiera escuchar el sonido de las calles de Londres en forma de canción pop no tiene dónde acudir. ¿Se ha muerto ya el grime? Tan joven que era...
Xx