Como una mezcla imposible (y muy hermosa) de los veranos eternos del pop americano de los años sesenta y el post-rock británico de los primeros noventa (Disco Inferno, Seefeel, y hasta Mouse on Mars), Panda Bear se reivindica con este disco como el corazoncito tierno del grupo Animal Collective.Cuidado hasta el más mínimo detalle, su tercer trabajo en solitario tiene melodías vocales que parecen sacadas de un disco de los Beach Boys ('Take pills'), juega difuminando la voz en un sueño casi cyberdélico ('I'm not') y elabora extraños desarrollos instrumentales ('Search for delicious') que servirían como banda sonora de un documental submarino.
El primer gran disco del año. Ojalá lleguen otros mucho mejores (entre ellos el nuevo de Animal Collective), pero este Person Pitch se merece algo más que quince minutos de fama, sobre todo después de lo plana, aburrida y poco atrevida que fue la temporada musical de 2006. El año pasado hubiera estado en mi top 10.
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