Lujo y Miseria (Edición 1900)

Editado originalmente en 1998 y rápidamente descatalogado, el recopilatorio Lujo y Miseria se convirtió en un tesoro oculto del movimiento (Austrohúngaro) formado alrededor de Astrud. Ahora se reedita el disco original con el añadido de un segundo CD en el que se recogen EPs, singles y maquetas de varios de los grupos.

Musical y líricamente el disco explora las constantes e influencias del grupo matriz (Genis Segarra es parte de casi todas las grabaciones). A saber: techno-pop, gusto por el piano y los teclados analógicos, humor entre lo ridículo y lo inteligente, cierto regusto a Alaska y Dinarama, cacharrería electrónica y melodrama pop.

En el primer CD se encuentran temas con aspiración de hit, como 'Todo es lounge -mi vida es Lynch-' de Stardu, 'He vuelto' de Hidrogenese o 'Hidroboy' de Arden e Hidrogenesse o 'Aburrida de la vida', de Chico y Chica; junto a canciones tan interesantes como el 'No sé' de Les Biscuits Salés, auténtico precursor de su actual encarnación como Feria.

Precisamente el mayor interés (y hay otros) del CD extra que trae esta nueva edición de Lujo y Miseria está en que recoge el EP completo 'Ese pedazo de onda', de Les biscuits salés: uno de los mejores discos pequeños españoles de los 90 (con 'Pigaz' de Mus, 'Pequeño Circo' de Sr. Chinarro, 'Pocket horror symphony' de Telefilme y los debuts de Instrümental y Camping Gaz en el sello Novophonic) y que tiene en el tema titular una de las mejores canciones patrias de los últimos 20 años. Además están las distintas versiones del 'Así se baila el siglo XX' de Hidrogenesse y la muy interesante maqueta instrumental 'Bravura' de Arden (una especie de versión más amable de las cabalgadas analógicas de Add n to (X).

Esta es mi voz / mi voz está bien

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Algo cambió, de Astrud

No sé muy bien qué es lo que pasa con los discos de Astrud. Saben construir hits, pequeñas canciones de pop perfecto, y son lo suficientemente inteligentes y maduros para estructurar un album y convertirlo en algo más que un conjunto de diez o doce temas.

Pero desde su debut (un disco que se esperaba como una obra maestra antes de que nadie lo hubiera escuchado) han dejado siempre un poso de 'vaya, está bastante bien, pero esperaba más'. Últimamente hasta se escuchan voces diciendo que se han vuelto aburridos con tanta madurez y pidiendo que vuelvan a esa falsa intrascendencia technopop que les permitía ser petardos a la vez que inteligentes.

¿Sería entonces un reopilatorio de singles el disco perfecto de Astrud? Escuchando Algo Cambió se es aún más consciente del talento de Manolo y Genís: símplemente aquí están varias de las mejores canciones escritas en España en los últimos diez años, empezando por su primer single (maravillosas 'Superman' y 'No estaria mal no tener que saber que es lo que va a pasar'), 'La boda' (versión acústica), 'Lemongirl' o 'Todo es lounge (mi vida es Lynch)'. Además demuestran su buen gusto con versiones de Family (un 'El bello verano' de Family cantado como si fuera el tema final de La pantera rosa), 'Algo cambio-something changed' de Pulp o el 'With whom to dance' de Magnetic Fields. Pero como todo disco-archivo también tiene sus momentos más bajos y de cansancio. Sigue faltando algo.

Que lo sigan intentando.

Por favor.

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