Domingo antes de elecciones, domingo de encuestas en la prensa (nacional y gallega) sobre los resultados de los comicios gallegos. El PP de Manuel Fraga (Y Mariano Rajoy, que comenzó su carrera como vicepresidente de la Xunta) ve peligrar su mayoría absoluta en Galicia, lo que sería equivalene a perder el gobierno (se da por seguro un pacto PSOE-BNG).
Tanto las encuestas de
La Voz de Galicia,
El País,
La Vanguardia,
ABC como la del
CIS (publicada el pasado viernes) apuntan a una pérdida de la mayoría absoluta de Fraga, que se quedaría entre los 34 y los 36 escaños. En la actualidad el PP cuenta con 41 escaños, y la mayoría en el parlamento gallego se sitúa en 38.
Otras dos encuestas, la del
Faro de Vigo y la publicada por
El Mundo, otorgan una ligera opción a los populares de mantener la mayoría necesaria para gobernar en solitario, aunque siempre dentro de una horquilla de resultados que no lo asegura (36-39 en Faro de Vigo y 37-39 en El Mundo).
La mayoría de estas encuestas destacan también la caída de popularidad de Manuel Fraga (aún así más valorado que sus dos rivales, Touriño y Quintana) y la consideración de que el PP debería haber presentado a otro candidato.
El clima, la emigración y el voto opacoSin embargo, hay una serie de indicios que apuntan a que Manuel Fraga podría soportar la presión de los resultados de estas encuestas y recuperar terreno, conservando la mayoría absoluta.
En primer lugar, está la legendaria capacidad de los populares gallegos para movilizar el voto, no siempre con métodos éticamente aceptables. Sus partidarios son, con diferencia, los que mayor fidelidad muestran a la hora de acudir a las urnas. Llueva, nieve o haga un sol que invite a ir a la playa, sus votantes acuden fielmente a las urnas. Una fidelidad de la que no pueden presumir sus rivales.
El segundo factor a tener en cuenta es el voto de la emigración. El PP siempre ha sido el gran dominador de ese 12% del censo total (aunque vota un porcentaje mucho menor). En los últimos años el PSOE está recortando terreno, lo que sirve para dejar en 'nula' la repercusión de estos votos entre ambos partidos. El que sale claramente perdiendo es el BNG, que nunca llega al 10% de los votos emitidos por la emigración. En las elecciones del domingo podría perder (seguramente en favor del PP) un escaño en Pontevedra.
Finalmente,
la encuesta de hoy de La Voz destaca dos datos: uno es el repunte que ha tenido el PP (aunque le seguiría situando a 4 escaños de la mayoría absoluta) y otro es el 10% de voto opaco: electores que han decidido a quien irá a parar su voto pero no quieren manifestarlo. Dada la 'mala prensa' que están teniendo Fraga y el PP gallego en las últimas semanas, no sería de extrañar que buena parte de ese 10% vaya a parar al
León de Villalba.
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En la antigua Grecia, y aún en la Roma clásica, a los políticos se les medía por sus palabras, por su capacidad para arrancar emociones de la audiencia. Manuel Fraga (ex embajador español en Londres, ex ministro con Franco y presidente de la Xunta de Galicia) tiene algo del carácter despótico de aquellos senadores, pero si algún día gozó de el don de la palabra gentil, plena de grandeza y aleccionadora, lo perdió por el camino.