Nuyorican (3): Fania All Stars

Eran mucho más que Nuyoricans, pero también escribieron alguna de sus páginas más importantes. La Fania All Stars es una de las principales orquestas/agrupaciones que ha dado la historia de la música. Comparable al grupo de James Brown, el de Fela Kuti, la orquesta de Duke Ellington, la Banda Gigante de Benny Moré o Les Ambassadeurs de Salif Keïta.

El grupo se formó en Nueva York a finales de los sesenta, como una forma lógica de promoción de los grupos y solistas del sello de música latina Fania. Al menos originalmente, ya que después empezaron a tocar en este súper-grupo músicos que grababan en otras discográficas. En sus trabajos se pueden encontrar aportaciones de Tito Puente, Celia Cruz, Rubén Blades, Eddie Palmieri, Cheo Feliciano, Ray Barretto, Pete Rodríguez o Willie Colón.

En su música se mezcla lo que se dio en llamar Salsa con los ritmos de la música tradicional cubana y portorriqueña, además de un toque de funk. Canciones intensas (no necesariamente muy largas) y que hacen mover los pies y la cabeza.

El declive artístico (que no comercial) tanto de la Salsa como de las carreras en solitario de muchos de sus nombres más conocidos han puesto en cuarentena el prestigio de una marca (Fania) que fue una auténtica institución de la música latina, como pudiera serlo la Motown para el soul. Además de la aparición de un reciente sample recopilatorio (Our latin thing), la gente de V2 ha relanzado el sello, además de reeditar diez de los discos más reconocidos de su catálogo . Hablando propiamente del grupo (Fania All Stars), también se ha editado recientemente en DVD el famoso documental/concierto también titulado Our latin thing (Vampisoul, 2005).

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Nuyorican (2): Grupo experimental y folclórico nuevayorquino

Ritmos fuertes y melodías pegadizas. Así interpretaba la herencia portorriqueña y cubana desde Nueva York este grupo de músicos (Manny Oquendo, Chocolate Armenteros, Andy y Jerry González...) en los años 70. Una mezcla poderosa de tradición (por los instrumentos y las partituras) y modernidad (la actitud casi 'funk' con la que interpretaban) que llegaba a parecer una improvisación controlada. Grabaron dos discos: uno muy bueno (Lo dice todo) y otro extraordinario (Concepts in Unity). Este último (igual que el de los Alegre All Stars) aparecía en la lista de The Wire de los 100 discos imprescindibles del Siglo XX.

Música negra como el carbón
Además de Plenas, Mazurcas, Plenas y Rumbas, lo que más llama la atención de Concepts in Unity son dos temas tradicionales yorubas interpretados con los míticos tambores Bata. 'canto asoyin' y 'canto ebioso' fascinan y llaman a los espíritus y a Changó. Peró todo este disco está lleno de tambores que surgen de lo más profundo de la jungla y trompetas que dibujan en el aire el vuelo de las más extrañas de las aves. Un milagro grabado en los estudios de la CBS de Nueva York y publicado por el sello (más ligado a la música Disco) Salsoul.

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Nuyorican (1): The Alegre All Stars

En principio suena un poco a broma: un grupo de música latina de los sesenta que se llama Alegre All Stars. Pero la broma termina cuando comienza a sonar la música. Grupo de jam session integrado (como su nombre indica) por los nombres más conocidos del sello discográfico Alegre (Charlie Palmieri, Cheo Feliciano, 'Chombo' Silva, Johnny Pacheco, Kako...), durante seis discos se dedicó a redefinir la distancia entre el jazz y los distintos ritmos y estilos surgidos en Cuba y Puerto Rico. Todo un ejemplo de lo que se dio en llamar estilo Nuyorican.

El sello Vampisoul recopila ahora algunos de los mejores temas de sus cuatros primeros discos (1961-1965) en un Best Of lleno de guajira, charanga, son, descarga y guaguancó. Todo interpretado con pasión, precisión y sin florituras innecesarias. Un prodigio de ritmos y melodías que hizo que la sesuda revista británica The Wire eligiera uno de sus discos (el recopilatorio They Don't Make 'Em Like Us Anymore) como uno de los 100 más importantes del Siglo XX.

Un auténtico viaje a través del mestizaje sonoro en el que la creatividad de unos músicos increíbles fluye bajo la mano maestra del gran Charlie Palmieri. El resultado es una música tan sofisticada como empapada de sudor. Apabullante, de verdad.

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