El mundo según Sr Chinarro

De cabeza. Así se ha tirado Antonio Luque a una forma de hacer música mucho más pop y abierta que la que había caracterizado a los anteriores discos de Sr. Chinarro. Y mira que con su predecesor: El fuego amigo (mejor disco español de 2005 según votación de bloggers y fotologueros) ya se había sacudido el sambenito de oscuro y rarillo.

Un amigo me aseguraba esta semana que El fuego amigo se había quedado como un disco de transición, que el destino real del giro de Chinarro llegaba ahora. ¿Y en qué consiste exactamente el giro? Más naturalidad al integrar sus raíces flamencas, unas letras más comprensibles y un punto de frescura y naturalidad que ahuyenta cualquier temor de intelectualismo o pedantería. Vamos, que si cantara un poco mejor Luque podría aspirar incluso a las listas de ventas de Los 40.

Disfrutando como disfruto de sus nuevas canciones, me queda la duda de si realmente me gusta este Sr. Chinarro tan jovial o si prefería al de 'transición', que encontraba chorretones de luz en medio de sus dudas y sus confesiones.

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Sr Chinarro: 'El fuego amigo'

No hace falta ser complicado para resultar personal. Después de toda una carrera contando sus miedos y frustraciones con una media sonrisa que se mecía al ritmo de The Cure, Joy Division y la música de una feria de pueblo, Antonio Luque (más conocido como Sr Chinarro) ha decidido permitir que el sol borre las nubes y la sonrisa conquiste su gesto.

'El fuego amigo' (BMG-Ejército rojo, 2005) es su disco más fácil de escuchar. Y también el mejor. Luque siempre ha sido considerado uno de los mejores letristas en castellano del universo independiente (con Genis, J, Nacho Vegas, Josele Santiago o Fernando Alfaro). Sin embargo, muchas veces sus construcciones surrealistas volvían su música más hermética. Quizás un ejemplo del 'efecto auriculares' que diría Lady M: esa situación en la que nadie es capaz de entender lo que has escrito, en la que el esfuerzo de comprensión al que se enfrenta el lector acaba rompiendo la magia, el encanto del instante.

La producción de J (que 'arrancó' a Luque de Acuarela para grabar en una multinacional), añade a la transparencia de su escritura un toque de calidez y buen humor, por momentos felicidad. Pop-rock atemporal con recuerdos a los propios Planetas más tranquilos o a los primeros Coyotes.

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